¿En busca de los mejores lugares turísticos del mundo para los amantes del vino? Te proponemos 5 destinos imperdibles que renovarán tu pasión por el vino y el turismo.
5 lugares turísticos del mundo para los amantes del vino
Toscana, Italia
Toscana es, sin discusión, el destino más elegido por los amantes del vino de todo el mundo. Con sus paisajes de ensueño, de verdes colinas perfumadas por lavandas y enmarcadas en atardeceres cinematográficos, es difícil describir con palabras la belleza de esta región del noroeste italiano.
Desde Florencia, capital cultural del mundo, hasta la costa del Tirreno, de encantador bajo perfil, se encuentran más de 30 pintorescos pueblos que vale la pena visitar. El visitante encontrará confort, exquisita gastronomía y, por supuesto, excelentes vinos en el camino.
Con sus castillos convertidos en bodegas o alojamientos (o ambos), Toscana es un destino idílico para viajar en pareja y disfrutar de unas vacaciones románticas, regadas con exquisito Chianti y cocina mediterránea.
Hawke’s Bay, Nueva Zelanda
Hawke’s Bay es una bahía ubicada en la costa este neocelandesa. Esta gema desconocida por muchos viajeros, cuenta con un historial de más de 100 años de elaboración de vino, que la convierten en la región vitivinícola más antigua del país. Heretaunga, como llaman los maoríes a esta región, hace gala de su reputación como productora de tintos de altísima calidad. Con más de 70 bodegas distribuidas en sus paisajes de llanuras onduleantes que convergen en el mar, es un lugar ideal para visitar gracias a su clima templado y sus grandes tintas.
La mayoría de las bodegas del área son familiares y ofrecen una auténtica experiencia boutique al turista que recorre la ruta del vino de Hawke’s Bay. El verano es la estación ideal para visitar estas tierras, ya que a los tours y catas regulares se suma una nutrida agenda de actividades culturales y de entretenimiento, como conciertos en bodegas, premiaciones y subastas de vino.
Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot son excelentes opciones para disfrutar en Hawke’s Bay y, para los amantes del blanco, un complejo Chardonnay.
Burdeos, Francia
Otro de los destinos clásicos que no puede faltar en la lista de deseos de los winelovers. Emplazada en el suroeste francés, Burdeos es hogar de los winemakers más prestigiosos y sinónimo de vinos de lujo. Es la mágica unión entre un destino enoturístico imperdible y una ciudad con lugares tan excepcionales que han sido declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Reconocida por sus viñedos desde el siglo XVIII, Burdeos es cuna de los 5 vinos tintos Premier cru, los más reconocidos y costosos del mundo.
¿Hacen falta más motivos para visitar estas tierras? Pues bien, Bordeaux tiene mucho más para ofrecer. Desde el puerto a la Catedral de San Andrés, sus decenas de monumentos, plazas y teatros hacen de las calles de la «Perla de Aquitania» un museo al aire libre.
Sonoma, Estados Unidos
De regreso en el Nuevo Mundo vitivinícola, Sonoma es el destino ideal para los viajeros más inquietos, que no sólo buscan disfrutar del paisaje de viñedos y las típicas degustaciones, sino que además anhelan una estadía vibrante e intensa.
El clima templado de Sonoma y su cercanía a parques nacionales convierten a este condado en el lugar ideal para los amantes de la aventura y las actividades al aire libre. Ecoturismo, trekking, paseos en kayak y avistaje de fauna salvaje son sólo algunas de las actividades para disfrutar durante el día. Para quienes prefieren el relax, hay excelentes opciones de lujo en las «villas», con maravillosas vistas a la costa del Pacífico.
Sonoma se distingue por su microclima y terroir, que la convierten en una de las regiones vitivinícolas más diversas y especiales del mundo. De visita por estos fértiles valles, no se puede dejar de degustar su Pinot Noir, Rosé y Chardonnay. Y, por supuesto, el Zinfandel.
Stellenbosch, Sudáfrica
La región vitivinícola más importante del continente africano es, sin lugar a dudas, un destino infaltable en esta vuelta al mundo enológica. Para sorpresa de muchos, no sólo se trata de la ruta del vino más antigua de Sudáfrica, sino que además Stellenbosch cuenta con una extensa tradición vitivinícola. La expertise para elaborar vino llegó a estas fértiles tierras de la mano de los primeros inmigrantes franceses que, huyendo de la persecución religiosa, se establecieron en la región en el siglo XVII. Testimonio de la época, la hacienda Boschendal es una de las bodegas aún en funcionamiento más antiguas del mundo y paseo obligado de los enófilos que llegan al país.
Son numerosas las razones por las cuales esta perla sudafricana se suma a los lugares turísticos favoritos del mundo vitivinícola. Sólo por mencionar algunos más, el clima de tipo mediterráneo, sus museos y la insuperable posibilidad de participar de un safari y vivir una aventura salvaje en las numerosas reservas naturales de los alrededores, forman un atractivo turístico de gran valor agregado para los aficionados al vino.
Con respecto a sus vinos, los must a degustar son el Chenin Blanc y el Pinotage. Este último es la mejor opción para maridar con un plato de bobotie, típico de la gastronomía sudafricana.
¿Armamos las valijas? Aún no, pues tenemos una recomendación más. En Sudamérica, Uruguay se posiciona como uno de los más novedosos y completos destinos para los amantes del vino. Entre viñedos, olivares y sierras y a tan sólo unos kilómetros de la costa, Bodega Garzón es la primera bodega sustentable construida fuera de América del Norte, ostentando el honor de ser la primera en el mundo que busca la certificación LEED. Con los esfuerzos concentrados en la búsqueda de la perfección, ofrece una extraordinaria experiencia a sus visitantes: vinos de altísima gama que nacen en el mejor terroir de todo el país, degustaciones, maridajes, paseos y picnics, entre otras opciones. Por esto, antes de buscar tu pasaporte, te invitamos a descubrir la experiencia enoturística que Bodega Garzón tiene preparada para sus visitantes.
