Los grandes vinos nacen de grandes terruños y los viñedos de Bodega Garzón dan cuenta de esto, al ubicarse en una zona privilegiada de Uruguay.
La geología de la zona de Garzón pertenece a lo que se conoce como Basamento Cristalino, que dio origen a los suelos hace más de 2.500 millones de años. El Balasto forma un suelo fantástico de piedra muy fina, de excelente drenaje, con muchísimos minerales que son absorbidos por las raíces de las vides, dándole al vino mineralidad, complejidad y elegancia.
Otro elemento fundamental que encontramos en nuestro terroir es la importante influencia que ejerce el Océano Atlántico, el cual está a tan solo 18 kilómetros de distancia. Esto se traduce en una constante y muy agradable brisa fresca que acaricia nuestras uvas generando un efecto que también se refleja en nuestros vinos. Por eso, nuestros vinos blancos son vibrantes, con una importante tipicidad varietal, frescos y minerales, a la vez que nuestros tintos se presentan jugosos y frescos, con taninos muy amables y un delicado aporte mineral.
Durante los meses de febrero y marzo vivimos en nuestra bodega una de las épocas más interesantes: la vendimia. El momento donde la planta de la vid ha dejado de crecer de manera vegetativa y emplea toda su energía en la maduración de su fruto. Se trata básicamente de la finalización del ciclo biológico de la vid, que se repite anualmente en seis fases siendo la última la fase de maduración, cuando la uva ha modificado su color en la mayoría del racimo, ha alcanzado el máximo de su tamaño y la más alta riqueza en fructuosa y glucosa y el grano comienza a perder peso.
Esta es sin dudas una etapa crucial para determinar la cosecha, que también estará influenciada durante estos meses por el sol, vital para que las uvas lleguen a su plena madurez, y la ausencia de lluvias que permita recoger un fruto que no esté hinchado de agua. La vigilancia del viñedo en esta etapa, así como en las anteriores, sigue siendo indispensable y la protección puede seguir siendo necesaria si subsisten riesgos de desarrollo de enfermedades.
Las técnicas de cosecha que se suelen emplear en los viñedos son dos: la manual y la automática. En nuestra bodega utilizamos exclusivamente la técnica manual, que es la técnica empleada más común cuando se quiere producir vinos de alta gama, que respeten los estándares de calidad exigidos a nivel mundial. A través de esta técnica, los racimos son elegidos a mano de modo selectivo y colocados en cajones de hasta 15 kilogramos para no lastimar a la uva y que la misma llegue a la bodega sin ser dañada en el proceso, asegurando así la calidad del producto final.
Actualmente en nuestra bodega contamos con un total de 217 hectáreas destinadas a los viñedos en donde se plantan 12 variedades diferentes de uvas entre las cuales se encuentran: Tannat, Albariño, Sauvignon Blanc, Marselan, Cabernet Franc, Petit Verdot, Caladoc, Pinot Noir, Pinot Manseng, Pinot Gris, Merlot y Viognier.
De los diferentes cortes de estas uvas nacen las diversas variedades de nuestros vinos finos, multi premiados internacionalmente y aptos para los paladares más exigentes.
La época de la vendimia es ideal para visitar y recorrer nuestros viñedos. Los esperamos en la Gran Fiesta de la Vendimia con un tour por la bodega y un almuerzo especial preparado por Francis Mallmann.
