En esta oportunidad recordé el relato de un amigo que en contraste con el calor que ofrecía una velada de diciembre en Uruguay, nos contaba sus vivencias en Canadá. En su relato nos sorprendía describiendo cómo en las bajas temperaturas canadienses los habitantes esperan la llegada del ómnibus en paradas subterráneas y debidamente calefaccionadas para llegar hasta algún bar y seleccionar entre los vinos del mundo: Canadá, un país que ha encontrado su icono en el frío: el vino de hielo.
Los viticultores canadienses están cosechando un éxito creciente, tanto en el mercado nacional como en el extranjero. Sin duda alguna, el producto estelar del sector vitivinícola canadiense es el “ice wine”, que ha desplazado a Alemania y Austria, históricos productores de este tipo de vino en el viejo mundo. Entre los vinos del mundo: Canadá se destaca con una superficie de viñedos que se sitúa en las 12.000 hectáreas, y la dulzura única de su vino de hielo tiene un lugar en el Olimpo de los grandes vinos del mundo.
Canadá posee dos regiones distintas, pero extensas, en las que la vitivinicultura se mantiene. Una de ellas es la provincia de Ontario, que cuenta con casi dos terceras partes de los viñedos del país sobre las márgenes de los lagos Erie y Hurón. En Ontario las variedades más extensamente cultivadas son la Vidal Blanc, Chardonnay y Riesling entre las blancas, y la Cabernet Franc, Merlot y Cabernet Sauvignon entre las tintas. Y la otra región está en Colombia Británica, en el Valle de Okanagan, donde las variedades de mayor importancia son la Pinot Gris, Chardonnay y Gewurtztraminer (blancas) y Merlot, Cabernet Sauvignon y Pinot Noir (tintas).
Canadá entra oficialmente en la historia de los grandes vinos del mundo en 1973. En ese año se produjo el primer “Icewine” (vino de hielo) del país a través de la obra de Walter Hainle, un vinicultor de origen alemán que emigró a Canadá en 1970 llevando consigo los conocimientos necesarios para elaborar el vino de hielo. Hoy, la producción de estos vinos se ajusta a protocolos de elaboración muy estrictos, sólo el vino que es hecho exclusivamente con uvas congeladas naturalmente en la vid se puede llamar “icewine”, “ice wine” o “ice-wine”.
Para asegurar la calidad, la temperatura ambiente tiene que bajar a por lo menos -8 °C, por lo que las uvas congeladas cuentan con el azúcar concentrado y deben ser cosechadas a mano. Con estas bajas temperaturas las uvas cosechadas de forma tardía (la cosecha se realiza entre diciembre y finales de enero) se prensan aún congeladas. Estas circunstancias especiales hacen que del interior de las bayas se obtenga una particular concentración de extractos y aromas, de una riqueza espectacular. Cabe aclarar que debido a la rigidez de la metodología y al bajo rendimiento por hectárea, se producen etiquetas de todos los valores.
El vino de hielo, de hecho, está considerado como uno de los vinos de mesa más buscados y apreciados en el mundo, y muchas veces la producción no es suficiente para satisfacer las demandas del mercado, posicionando un país entre los vinos del mundo: Canadá.