El vino argentino es hoy, una de las opciones que más atrae a los visitantes que llegan desde el extranjero. Y gracias a ello, se han desarrollado excelentes circuitos enoturísticos en las distintas Rutas del vino argentino. Les contamos sobre ellas en esta nota.
Desde el Noroeste hasta la Patagonia, a lo largo de casi 2000 km y principalmente bordeando la Cordillera de los Andes, se encuentran las principales zonas productoras de vino de la Argentina. La mayoría son atravesadas por la famosa Ruta 40 y en ellas podremos encontrar los viñedos más altos del mundo y también los más australes. Estas regiones tienen muchos puntos de interés turísticos, y complementarlas con visitas a las distintas bodegas o Rutas del Vino son una excelente propuesta.
Iniciamos el recorrido por la Ruta del Vino de Salta, en el Noroeste, considerada la más alta del mundo, con viñedos que llegan a encontrarse hasta los 3100 msnm. Tierra del Torrontés, una de las cepas emblemáticas del vecino país, también logra excelentes tintos en variedades como Malbec, Syrah y Tannat. La Ruta comienza en la ciudad capital, cruza pueblos históricos en el Valle de Lerma y termina en Cafayate.
La Rioja ha desarrollado la Ruta del Vino Torrontés Riojano. Los valles de Famatina son la principal zona productora junto a la ciudad de Chilecito, concentrando el 75% de la producción. La elaboración del vino Torrontés es uno de los sellos de identidad de La Rioja y fue declarada cepa emblemática de provincial, y es diferente al de la provincia de Salta. Para el consumo corriente de vinos, se cultiva Bonarda.
«Un recorrido enoturístico incomparable, producto de una encantadora unión de vitivinicultura destacada y paisajes inigualables.» Así se presenta la Ruta del Vino de San Juan, que recorre 12 bodegas, 7 ciudades y 370 km. La zona del valle de Tulum es el epicentro de la producción y la cepa que mejor se adaptó a la región es el Syrah, logrando productos de altísima calidad.
Mendoza es la provincia con mayor producción de Argentina. El Malbec es la cepa tinta emblemática, con gran reconocimiento y proyección a nivel mundial, pero casi todas las variedades del país se cultivan allí. Posee una infraestructura muy preparada para el enoturismo, con una variedad importante de opciones. Son 4 los Caminos del Vino en los que está dividida y todas ofrecen múltiples ofertas para complementar sus recorridos.
Rio Negro posee muchos de los paisajes más extraordinarios de la Patagonia. Y es en el Alto Valle donde se puede realizar un circuito por las bodegas de la región, en la denominada Ruta del Vino de Río Negro. Las condiciones naturales para la producción del vino más el encantador entorno, hacen de este un circuito enoturístico maravilloso.
Neuquén es la provincia vitivinícola más joven del país. Con bodegas modernas, equipadas con tecnología de última generación, es la cuna de los vinos más australes del mundo. Su Ruta del Vino recorre San Patricio del Chañar y Añelo y su cercanía con importantes yacimientos paleontológicos, hacen un complemento ideal para visitar bodegas y la Ruta de los Dinosaurios.
Córdoba y Catamarca son otras Rutas del vino que están en desarrollo y crecimiento constante.
Con cientos de experiencias por descubrir, las Rutas del vino argentino nos invitan a conocer entornos únicos a muy pocos kilómetros de distancia.