Un paseo en bicicleta es una experiencia maravillosa, es una manera agradable de relajarse conciliando el contacto con la naturaleza y el ejercicio. La bicicleta es sin dudas uno de los medios de locomoción ideal para apreciar el paisaje y el medio ambiente en el que la conduces. Pero para que la salida no se convierta en una tortura, podemos a continuación tomar nota de las recomendaciones para una aventura en bicicleta.
La vestimenta importa, la diseñada especialmente para la actividad es la mejor opción. La ropa ceñida, proyectada con materiales que nos hacen sentir cómodos y confeccionada con telas de fácil secado, logra que tengamos las más placenteras salidas en cualquier época del año. Es bueno, inclusive, que la ropa cuente con colores vivos, para ser visibles desde lejos. En cuanto a los accesorios son indispensables las gafas de sol durante el día, que no solo evitan reflejos molestos, sino también nos protegen del polvo y los insectos que puedan entrarnos en los ojos.
Hablando de insectos, es aconsejable llevar siempre protector solar con repelente para prevenir quemaduras solares y ahuyentar insectos molestos. Estaría bien incluso procurar un morral que contenga el protector y los elementos básicos de farmacia como vendas, crema antiinflamatoria, y algún producto desinfectante. Un casco homologado, rodilleras y coderas sin dudas van a protegernos de daños mayores. Para cuando oscurece es vital contar con luces delanteras y traseras sumadas a los dispositivos reflectores que traen las bicicletas en los pedales, las ruedas y ¡donde hagan falta!
Por otra parte, una bicicleta que no se ajuste a nuestras medidas puede dar lugar a infortunios; evitarlos es fácil, basta con procurar que cuando estemos sentados en el asiento con las manos en el manillar, podamos tocar el suelo únicamente con la punta de los pies. Antes de la salida es conveniente revisar con detenimiento los rayos, el estado de la cadena, frenos, cambios, suspensión y comprobar la presión de las ruedas. Y aún con todo perfecto, siempre es recomendable llevar un kit multi-herramienta de los que se consiguen en las tiendas especializadas para sacarnos de cualquier apuro provocado por algún desperfecto técnico.
Nunca debemos pedalear con el estómago vacío, una hora antes de hacer el paseo es recomendable comer y tomar por lo menos dos vasos de agua; durante el ejercicio, es necesario consumir líquido cada 20 minutos. El agua es el mejor hidratante, pero si la salida va a durar más de 60 minutos o es bajo condiciones de calor extremo, es conveniente optar por bebidas deportivas por su gran capacidad de rehidratación.
En cuanto al medio ambiente, tanto en parques, jardines o por la sierras, siempre hay que proteger a la naturaleza. Es fundamental que detrás nuestro solo queden las huellas de la bicicleta, guardando cualquier residuo en la mochila o en los bolsillos. Un paseo en bicicleta puede ser el momento perfecto para enseñar a los «locos bajitos» el respeto por la naturaleza.
«Nada es comparable al placer de dar un paseo en bicicleta”. John Fitzgerald Kennedy