La ciudad de Colonia del Sacramento, declarada patrimonio histórico de la humanidad por la UNESCO en 1995, ubicada a 177 kilómetros de Montevideo y frente a las costas de Buenos Aires, de la que dista a sólo unos 50 kilómetros. Es sin dudas un viaje de 300 años al pasado. Cuenta con una cantidad innumerable de lugares para visitar debido a las luchas fronterizas de aquellos tiempos entre las coronas de España y Portugal que se extendieron durante más de un siglo, dando origen a un singular diseño urbano conformado por los distintos estilos de sus colonizadores. Descubramos aquí una “Guía para disfrutar del barrio histórico de Colonia del Sacramento”.
Fundada en 1680 por el militar portugués Manuel Lobo, la “Manzana de la Discordia”, ofrece una bienvenida a lo que fuera la ciudad amurallada mediante la Puerta de Campo o Puerta de la Ciudadela, distinguida por el escudo de armas portugués. Ubicada frente a la actual plaza de 1811, la misma, fue inaugurada allá por el año 1745, período en el cual gobernaba el portugués Vasconcellos, quien fuera un gran impulsor de la construcción de toda la ciudad.
Dentro del casco histórico, la primera calle que se abre a nuestra derecha es la Calle de los Suspiros, antiguamente llamada calle Ancina y más tarde Montevideo chico. Ésta emblemática calle pavimentada con toscas piedras de cuña, fue la primera de la ciudad, uniendo la plaza principal y el antiguo puerto. Su nombre inicial refiere a los suspiros de los prisioneros de guerra que eran vendidos como esclavos en la plaza y luego llevados al puerto para partir con destino incierto. La perspectiva que se tiene desde este punto de las construcciones portuguesas de la primera mitad del siglo XXVIII es la “postal” del paseo.
Caminando por la Calle de los Suspiros desde el antiguo puerto hacia la Plaza Mayor, descubriremos construcciones portuguesas, españolas, y mezclas de ambas. La típica construcción portuguesa es de pequeña altura, de paredes de piedra y barro, y techo de tejas artesanales, en general a cuatro aguas. La típica construcción española es con un patio y habitaciones alrededor, de paredes de ladrillo y techo plano. Son de mayor altura que las portuguesas, ya que los españoles de la época solían entrar con sus caballos a la casa, los cuales permanecían en el patio.
En la Plaza Mayor podemos deleitarnos con las vistas que ofrecen las ruinas del convento portugués de San Francisco Xavier y a su lado el faro, construido en 1857. Además de los cañones de época, y las ruinas de la llamada Casa del Virrey, la cual se cree perteneció al Virrey Pedro de Cevallos, quien estuvo a cargo de la batalla final en 1777, en la que, Colonia del Sacramento cambió de dominio por última vez, pasando a manos españolas.
Otra de la atracciones que podemos visitar alejándonos de la costa por las pequeñas y pintorescas callecitas es la Iglesia del Santísimo Sacramento (hoy la iglesia más antigua del país), cuyo peculiar retablo vale la pena entrar a observar. Es de destacar su excelente acústica. A pasos de allí encontraremos el sitio arqueológico de la Casa del Gobernador, donde se encontraba la morada del Gobernador de Río de Janeiro y como lo mencionamos, fundador de Colonia del Sacramento, Manuel de Lobo.
Por último, llama la atención la Plaza de toros, una construcción de arquitectura netamente mora, inaugurada el 9 de enero de 1910. Con capacidad para 10,000 espectadores, donde se produjeron ocho corridas oficiales, hasta ser prohibidas por decreto del gobierno en el año 1912.
