Las costas uruguayas resultan un excelente escenario para el avistamiento de la ballena franca austral, ya que estos cetáceos llegan anualmente en su migración para la reproducción. Cada año crece el número de quienes se acercan a verlas cautivados por su belleza y esplendor.
Visitar las playas más tranquilas, esperar la caída del sol en un lugar privilegiado, recorrer tambos emblemáticos y conocer los restaurantes de moda son algunos de los imprescindibles de cada primavera en la costa esteña. Pero cada año sorprende la cantidad de visitantes que se suman a los tours de avistamiento de la ballena franca austral que se realizan siguiendo estrictos protocolos de preservación de las mismas y de seguridad para los turistas.
Votada por unanimidad en el parlamento, la ley N°19.128 que declara a Uruguay santuario de ballenas y delfines, prohíbe la caza, persecución, pesca, apropiación o sometimiento a procesos de transformación de cualquier especie de cetáceos.
Las ballenas habitan generalmente en mar abierto y se distribuyen en todos los océanos del planeta. Pero debido a las grandes cantidades de alimento que ingieren, deben permanecer durante los veranos en las regiones frías para conseguir suficiente comida. Luego se trasladan hacia aguas cálidas para cumplir con el ciclo reproductivo. Es durante su migración que podemos observarlas cerca de las costas uruguayas. Para la mejor observación, se han dispuesto plataformas de observación distribuidas en Punta del Este, La Paloma, La Pedrera, Cabo Polonio y Punta del Diablo.
Para quienes decidan complementar el avistaje con otra experiencia natural, pueden viajar algunos kilómetros al noroeste de Punta del Este y dejarse maravillar con Pueblo Garzón. El mismo que parecía destinado al abandono tras la desaparición del ferrocarril, y se ha convirtió en un reducto chic, donde la tranquilidad de las sierras que miran al mar se funde con la alta enogastronomía.
Y luego, sugerimos seguir por la Ruta 9 km 175, hasta nuestra Planta Boutique emplazada en 4.300 hectáreas de prolifera naturaleza, donde conocerá Bodega Garzón, con 240 hectáreas de viñedos privilegiados por los variados niveles de humedad y exposición solar, que permiten la excelencia de nuestros vinos incluida nuestra cepa emblemática: la Tannat.
Dentro de nuestro complejo, podrá participar de algunas de las experiencias enoturística que se ofrecen:
Aventura en bicicleta: tendrá la oportunidad de recorrer los viñedos y olivares, los almendros sobre dos ruedas. Hasta llegar a los molinos de viento.
Garzón desde el aire: experiencia inolvidable para recorrer los olivares a más de 300 metros de altura, disfrutando las vistas desde un globo aerostático.
Paseo en el tiempo: lo llevaremos a un viaje a través del tiempo en un carruaje de colección entre nuestros olivares de las Colinas de Garzón.
Sabores del campo: lo invitamos a degustar un delicioso asado criollo en nuestra “Villa Toscana”. Disfrutar de la vista inagotable de almendros en flor, olivares, viñedos sobre ondulantes colinas.
El mejor programa para su próximo fin de semana, está cerca. ¡Lo esperamos!