El olivo fue un árbol de gran simbología en toda la zona del Mediterráneo durante la antigüedad. En Grecia simbolizaba la paz y la prosperidad, así como la resurrección y la esperanza. Cuando Atenea se enfrentó a Poseidón por ser la deidad protectora del Ática, los dioses decidieron dirimir el conflicto otorgando la victoria a quien entregara el don más valioso a los habitantes de la región. Mientras Poseidón hizo surgir un lago salado malo para beber, Atenea hizo brotar un árbol de olivo que les proporcionó madera, aceite y alimento; esto le valió el triunfo.
En el nuevo mundo, en una latitud análoga a la cuenca Mediterránea, donde se produce el 90% del aceite de oliva del mundo, la olivicultura en Uruguay es una joven industria con una antigua tradición.
Conocer el pasado para entender el presente
Las primeras plantaciones olivícolas en Montevideo datan del año 1780, procedentes de Buenos Aires. En 1937 se aprobó una ley para el fomento de la olivicultura, y hacia 1950 ya había 1000 hectáreas plantadas en territorio uruguayo.
El clima templado y el tipo de suelo permiten un desarrollo favorable de los cultivos, tanto por la velocidad de crecimiento de las plantas como por la excelente calidad de los aceites de oliva que se obtienen. Plantados en pendientes que aseguran un buen drenaje, los árboles de origen europeo se han adaptado muy bien al clima más húmedo y a las tierras uruguayas.
Hoy ya se están superando las 10.000 hectáreas plantadas en todo el país, con un desarrollo sostenido que ocupa un lugar importante en la producción e industria nacional.
Acompaña este proceso la instalación de nuevas almazaras de última tecnología.
De entre todos los aceites uruguayos, destaca la excelencia de Colinas de Garzón, el mejor aceite de oliva extravirgen de Uruguay (de la firma Agroland SA) reconocido en calidad por sus características físico-químicas y sensoriales. Entre las ultimas distinciones destaca la otorgada por la Organización Internacional World’s Best Olive Oils ubicando al corte italiano de Colinas de Garzón en el puesto n°35 del ranking de los 50 mejores aceites de oliva extra vírgenes del mundo.
Además, en el último año, Colinas de Garzón con sus productos: monovarietal, bivarietal y trivarietal, sumó más de 30 de las máximas distinciones a escala mundial, siendo por sexto año consecutivo la línea de aceite de oliva extra virgen uruguaya más premiada a nivel internacional.
Los olivos se procesan en la sexta mejor almazara del mundo ubicado a 28 kilómetros de la localidad de José Ignacio en el departamento de Maldonado, donde la belleza natural del paisaje combina cerros y arroyos dibujados sobre las planicies que conducen al mar. En este singular escenario bajo el nombre «Experiencia Garzón», AgrolandSA ofrece un inmejorable entorno para disfrutar desde paseos en globo aerostático y románticos picnics a asados bajo los olivos, entre otras propuestas.
Datos de color
Cronistas, poetas y escritores cuyas obras aún perduran, plasmaron el carácter casi sagrado del aceite, mientras pintores como Van Gogh, Renoir y Cézanne inmortalizaron los olivares en bellos paisajes.
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