Rescatar las tradiciones y vivir la vida respetando la naturaleza parecen ser hoy los deseos que movilizan a ciento de personas que se acercan a las estancias a experimentar al menos por un día, la vida rural.
El agroturismo es una alternativa de recreación que cada vez genera más adeptos, y se trata en todos los casos de personas que quieren vivenciar la sensación de estar en ambientes rurales, sintiendo y experimentando el ritmo natural de la vida. Cada vez son más los establecimientos que se abren a este sistema y reciben visitantes que intentan escapar de las distracciones urbanas.
Los establecimientos impulsan la revalorización de sus actividades y cultura. Muchas estancias que conservan el tono rústico de la campaña uruguaya y constituyen empresas familiares atendidas por sus propios dueños, han cambiado el paradigma en la propuesta turística: anfitriones rurales en vez de prestadores turísticos y visitantes en lugar de turistas. Quienes decidan experimentar las opciones ofrecidas, encuentran una amplia diversidad de actividades: paseos a caballo, la vuelta en carro, recorridos por huertas y predios de ganadería, emprendimientos de apicultura, muestras de trabajo en artesanías de lana y cuero y una gastronomía típica y tradicional de nuestros ancestros.
Uruguay ofrece rincones de gran belleza, llanuras, sierras y colinas atravesadas por ríos y arroyos, donde los visitantes pueden hacer paseos a pie y travesías a caballo, caminatas fotográficas y visitas a sitios históricos, entre otras actividades al aire libre.
Los pinos de la Quebrada, es un establecimiento emplazado en la primera Área Natural Protegida de Uruguay, La Quebrada de los Cuervos. Allí el turista tiene la posibilidad de vivenciar el encanto del turismo rural. Comprometido con los principios de sustentabilidad y desarrollo de la economía local, las actividades son realizadas junto a gauchos vecinos que acompañan al visitante durante toda la jornada.
La Estancia Guardia del Monte, en la localidad de Rocha, invita a descubrir la flora y fauna autóctona en un entorno único a orillas de la Laguna de Castillos. Ombúes centenarios, avistaje de aves, actividades acuáticas para luego disfrutar de un asado típico uruguayo en el casco histórico de la propiedad.
A lo largo del corredor del Litoral se pueden encontrar reconocidas y tradicionales propiedades, en las que la presencia de hombres y mujeres y la influencia de los ríos (tanto el Uruguay como el Río de la Plata) se puede apreciar en las rutinas diarias de sus habitantes.
Camino a Paysandú, nos detenemos en Estancia La Paz, un establecimiento pionero en la cría vacuna. Con una arquitectura y puesta en valor de estética cuidada, la misma nos invita a vivenciar el turismo rural y tradición de nuestro país.
Visitar algunos de los tantos establecimientos rurales, es una forma de revalorizar las tradiciones y cimientos donde se forjó parte de nuestra historia. Los testigos de aquellos años fueron el campo y la gente que son nuestras raíces. Conocer estas historias es conocer nuestra identidad y aprender cómo se vivía antaño, de algún u otro modo, es aprender un poco más de nosotros mismos.
¿Ha visitado usted últimamente alguna estancia, cuál nos recomienda para visitar el próximo fin de semana?
