La miel tiene cualidades reconocidas y utilizadas por los seres humanos desde tiempos antiguos, como alimento y como uso terapéutico. Les acercamos una receta para descubrir nuevos sabores al paladar.
Al ser rica en azúcares como la fructosa, la miel es un endulzante natural ideal para ser utilizada en gastronomía y pastelería. Basta una cucharada para potenciar el dulzor de muchas preparaciones. Incluso, al ser altamente calórica y debido a su contenido en azúcares simples, es una fuente de energía rápida y vital para el ser humano. Dueña de muchas propiedades terapéuticas, se la considera antiséptica, fortificante, laxante y diurética. Hoy se sabe que estas virtudes vienen de su alto contenido de peróxido de hidrógeno, que es un poderoso antibacteriano. La miel muestra una gran acción bioestimuladora, acelerando los procesos de cicatrización, en la curación de heridas inflamadas y en úlceras.
Existen diversas variedades, que dependen de la flor utilizada (acacia, eucalipto, lavanda, tilo, trébol blanco, etc.) como fuente de néctar y del tipo de abeja que la produjo. El enjambre es sumamente organizado, con una distribución del trabajo ejemplar y son trabajadoras incansables, por lo que fabrican cerca de tres veces más de lo que necesitan para sobrevivir. El hombre ha creado diversas operaciones para recoger el exceso de esta producción y ha domesticado a las abejas para el fin específico de obtener su miel, técnica conocida como apicultura.
La miel, como producto natural, está presente en varias cocinas del mundo, como la de Medio Oriente, y también la pastelería europea la tiene presente en ciento de postres y galletas, como las famosas británicas con jengibre. Probar recetas nuevas es uno de los mayores placeres, y mucho más si se descubre que el sabor es estimulante y dulce como la miel. Hoy compartimos una receta marroquí de cordero a la miel con cuscús. El aroma y el sabor del cordero cocinado de esta manera, hace de este plato toda una delicia y es perfecto para maridarlo con nuestro emblemático Tannat. O bien dejarse deleitar con un fresco y frutado Albariño de Bodega Garzón y disfrutarlo cualquier día de la semana.
700 grs de cordero
300 grs de cuscús
1 cebolla
1 diente de ajo
100 grs de almendra
1 bote de miel Sierras de Garzón
Aceite de oliva extra virgen Colinas de Garzón
Sal
Agua c/n
Preparación:
Trozar el cordero. Preparamos una olla grande y cubrimos su base con aceite de oliva. Sazonamos la carne y la echamos en la cazuela para “sellarla” a fuego fuerte. Una vez dorado, sacamos la carne y reservamos. En la misma olla, con el jugo de la carne, añadimos un diente de ajo y una cebolla cortada en rodajas. Cuando tengamos las verduras doradas, añadimos el cordero y una buena cantidad de miel. Así conseguiremos que aromatice nuestra carne. A continuación, cubrimos de agua a la altura del cordero y dejamos cocer unos 60 minutos a fuego suave. En un mortero picamos las almendras tostadas y cuando esté el cordero, casi listo, las añadimos. ¡Huele encantador!