Entre los 10 lugares imprescindibles para visitar en Montevideo, sin dudas, debemos comenzar por la Plaza Matriz o Constitución, en el corazón de la “Ciudad Vieja”, plaza central de aquella ciudad amurallada. Diseñada según las Leyes de India los limites de la plaza se constituían por los edificios representativos del poder político y religioso: el Cabildo y la Catedral Metropolitana.
A pocas cuadras atravesando la Puerta de la Ciudadela, nos encontramos con la Plaza Independencia, es la plaza más importante de la ciudad. Fue diseñada para unir la “Ciudad Vieja” con la primera expansión de la ciudad. Destaca en su centro el monumento ecuestre del héroe nacional uruguayo, José Artigas, cuyo mausoleo se encuentra en la parte subterránea. Circundan la plaza el Palacio Salvo con su curiosa arquitectura, la Avenida principal, 18 de Julio, y se destacan el Edificio de la Presidencia y el Teatro Solís, inaugurado en 1856, cuyo interior sugerimos visitar.
Hacia el oeste, bordeando la Bahia, llegamos al Cerro de Montevideo, de uno 140 metros de altura, es un excelente punto panorámico. En su cima se encuentra la fortaleza española construida en 1809. Este cerro fue la zona donde se asentaron los primeros frigoríficos de la ciudad, de gran importancia en la historia de la economía del país.
Ubicado al sureste, el parque más grande de la ciudad, se llama el El Prado, allí se destaca la “La Diligencia”, obra en bronce del escultor nacional José Belloni, que representa el método de transporte de la época colonial. El parque da nombre al barrio homónimo. Se trata de una zona residencial antigua, con grandes casonas que fueran residencias de veraneo de familias adineradas entre 1900 y 1950.
Otro imprescindible es el Palacio Legislativo, inaugurado en 1925 para conmemorar los 100 años de la independencia del país, es considerado uno de los 7 parlamentos más atractivos del mundo por la Unesco. Diseñado por arquitectos italianos, destaca su estilo ecléctico y el uso del mármol. El interior del edificio está decorado con 52 colores de mármoles diferentes y 17 tipos de granitos, además de poseer mosaicos venecianos y vitrales milaneses.
Cruzando la ciudad hacia el este nos encontramos con el Estadio Centenario, construido en 1930 para el primer mundial de fútbol, y cuyo nombre conmemora los 100 años de la primera constitución. Tiene una capacidad de unas 65.000 personas y es considerado Monumento del Fútbol Mundial. Alberga un Museo del Fútbol, imperdible para los amantes de dicho deporte.
Sin duda el paseo preferido de los uruguayos y el cual no debe perderse ningún turista es La Rambla, así se le llama a la avenida costanera, de unos 20 km. En el recorrido de la Rambla destaca la Playa Pocitos, llamada así por ser el lugar donde las lavanderas hacían pozos para obtener agua más pura en la época colonial, el puerto deportivo de Buceo y más al este en la Plaza de la Armada, también llamada Plaza Virgilio, podemos disfrutar de una de las vistas más bonitas de la costa. Esta plaza es testigo de parejas de enamorados al atardecer.
En cuanto a la gastronomía, el lugar imperdible es el Mercado del Puerto. El edificio, cuya estructura se asemeja a la de una estación de trenes, fue inaugurado en 1869 y alberga restaurantes que sirven las tradicionales carnes asadas uruguayas. La bebida típica del lugar es el medio y medio, mitad vino blanco, mitad espumante.
Por último, desde el punto de vista de la cultura musical tradicional, no debe dejar de conocerse el Barrio Sur. Allí pueden escucharse ensayos de las “cuerdas de tambores” entonando “candombe”, música típica desarrollada por los esclavos africanos en la época colonial, como medio de comunicación para mofarse de sus amos. El candombe es una de las categorías del carnaval uruguayo, reconocido como el más largo del mundo, ya que comienza a fines de enero y finaliza a principios de marzo. El primer fin de semana de febrero, en este barrio, se hace el “Desfile de Llamadas”, una gran competencia entre los grupos que tocan y bailan candombe.
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