Te contamos la interesante historia del aceite de oliva desde sus curiosos orígenes en Siria hasta su expansión por el antiguo Egipo, Grecia y Roma.
La investigación de la antigüedad corre naturalmente paralela a la del origen del olivo. El olivo era antes silvestre, pero convenientemente cultivado, llega a dar fruto. Vamos a ver de qué manera hilvanamos algunos legados culturales de la antigüedad, para describir la historia del aceite de oliva: los orígenes en Asía hasta la llegada del imperio romano.
La historia del aceite de oliva comenzó en el antiguo Egipto
La transformación del olivo silvestre, posteriormente cultivado, parece obra de los sirios, quienes sometidos a Egipto, transportaron sus conocimientos agrícolas en el periodo de 1703 al 1462 a.C; en los monumentos ya se representaba al olivo. No era abundante el aceite de oliva en el valle del Nilo, y esto obligaba a los egipcios, a valerse del aceite de ricino en los ungüentos y en el alumbrado, pero a utilizar aceite de oliva en los alimentos, perfumes y sacrificios.
En Europa, las primeras plantas de olivo, ingresaron muy probablemente por el ángulo sureste del Mediterráneo, más precisamente por el Ponto (territorio de la actual Turquía), en las inmediaciones de Sinope y la Armenia, donde se encuentran plantaciones de olivos muy antiguas, según el historiador grigo Estrabón, incluso a ese territorio refiere el Génesis, cuando una de las palomas que soltó Noé desde el Arca, llevó un ramo de olivo cogido en el monte Ararat.
Más tarde y también como consecuencia de sus vínculos con Asía, en la antigua isla de Thera, donde se han conservado los más antiguos restos de la civilización helénica, existen vestigios de una prensa de aceite construido con piedra de lava; además se han recogido fragmentos de vaso de plata figurando olivos, hallazgos que aluden a una época muy anterior a aquella en que fueron escritas la Ilíada y la Odisea (siglo X a. C.): obras testigo, que en los pueblos del mar Egeo sabían cultivar el olivo y obtener el aceite.
La historia del vino en la antigua Grecia
Tales de Mileto (600 a.C.), fijándose en ciertas observaciones de los astros, advirtió que la cosecha de olivas iba a ser pletórica, y se adelantó a arrendar todos los molinos de aceite, obteniendo grandes beneficios. En Grecia continental penetró el olivo bastante más tarde, pero con grandes resultados, ya que el suelo griego favorecía mejor que el de Asia y el Peloponeso al arraigo del olivo. Además allí datan las primeras políticas de estado con respecto al olivo, Solón (640 -558 a.C.) tomó medidas para facilitar su cultivo; tenía establecido una multa para los propietarios que en el año arrancasen más de dos olivos.
En Roma fue introducido por los griegos de Campania; griegas son las palabras eláion (el aceite) y elaía (el olivo cultivado), también en Francia llego de la mano de los focenses, que plantaron olivos en los alrededores de Marsella, en España se lo encuentra en toda la región mediterránea, sobre todo en Andalucia y en la Betica, llamada por los romanos Hispania.
Es aquí donde vamos a hacer una pausa en el relato, para,en una segunda parte, desarrollar como el olivo propagó su cultivo, acompañando la expansión del imperio Romano.