Casi en silencio, en los últimos años, se experimentó una creciente mejoría en estilos y calidad en la góndola de los vinos blancos. Clásicos como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Moscatel y también variedades como Albariño, Riesling y Pinot Gris exhiben nuevos encantos. Hoy nos detendremos en una uva que gana adeptos: realizaremos un recorrido por el mundo de la cepa Viognier.
El origen de esta variedad es un misterio, se dice que tiene sus raíces en Croacia y que fue traída al Ródano por los romanos. Algunos expertos, mencionan que el origen de esta variedad se ubica en el Ródano, señalando que comparte muchas características con las variedades italianas Fresia y con la Nebbiolo, ambas del Piamonte.
Su lugar en el mundo es en el Valle del Ródano, se encuentra plantada en la parte norte del Ródano o en la subregión septentrional desde hace más de dos mil años. Las AOC de Condrieu y Château Grillet producen sus vinos blancos varietales con Viognier y son considerados como de los mejores de Francia. Enólogos de varios continentes se enamoraron de esta uva, y muy pronto viñedos de Viognier aparecieron y crecieron en lugares como Australia, Argentina, Chile y California. En nuestro país contamos con poco más de 40 hectáreas cultivadas, con fruta de excelente calidad enológica.
Más allá de la prensa especializada, enólogos y sommeliers, quienes incentivan el auge de los vinos blancos, señalan que el aroma de una buena Viognier es inolvidable, y la primera impresión antes de probar el vino será de un vino dulce que siempre se recordará.
Es una variedad tardía y que resiste muy bien la sequía, adaptándose perfectamente a los climas cálidos y secos. De racimo pequeño, compacto y de forma cilíndrica, ésta es una uva bastante dificil de cosechar, y si no se lo realiza en su momento justo, pueden resultar impredecibles. Naturalmente tienen un nivel bajo en acidez y alto en azúcar, y se necesita habilidad y conocimiento para producir un vino balanceado. Cuando están perfectamente maduros, los frutos tendrán un color amarillo profundo y producirán un vino alto en color, alcohol y aromas intensos. Su creciente interés hace que valga la pena el esfuerzo.
La uva de esta variedad, tiene un peculiar aroma que no la hace pasar inadvertida estos dependen de varios factores, incluyendo el suelo, el clima y la edad de las vides. Aunque algunos vinos pueden ser añejados, la mayoría son para disfrutar en su majestuosa juventud. En cuanto a sus aromas florales, encontramos notas a azahares, violetas, narcisos, madreselva, gardenia; cardamomo, anís estrellado, tabaco joven y vainilla dentro de los especiados. Los más destacados aromas son los frutales, tales como pera, damasco y mermelada de cítricos. Sí es que ha tenido un paso por roble, nos brindará notas a almendra, vainilla, miel y almizcle.
Su peculiar sabor lo hace un vino muy versátil, pero a la hora de maridar un Viognier joven y sin barrica, inclínese opte por platos que sugieran dulzor, como un pollo marinado con hierbas y cítricos, funcionará muy bien. Si prefiere algo más exótico, la comida tailandesa a base de leche de coco será una experiencia inolvidable. Para estas últimas recomendaciones, le sugerimos Viognier 2013 de Bodega Garzón.
Si se atreve a combinar platos de cerdo agridulces braseados, encontrará en esta variedad una impensada compañera de viajes culinarios. Para esta ocasión habrá que descorchar un Viognier Reserva. Esta variedad está llamada a ser una de las más destacadas de nuestro país en los próximos años y su gran versatilidad será una de las claves de su conquista.