El consumo de aceite de oliva crece al ritmo en que se incrementa la conciencia en los cuidados que se deben tener en la alimentación. L o invitamos a participar de una experiencia única para aprender mucho más acerca del mundo del aceite de oliva extra virgen a través de nuestro programa turístico “El gran Conocedor”, una cata sensorial para conocedores de la materia.
Cada vez más se aprecian los sabores varietales de los aceites de oliva. En nuestro programa turístico se propone la experiencia de distinguir las cualidades diferentes en la vista, la nariz y la boca de los aceites de oliva de Colinas de Garzón que dependen, como el vino, de la zona, la tierra, el clima, el cultivo, la cosecha, la elaboración, la salud y madurez de la fruta.
Y como en el caso, también, de los vinos, se hacen catas. Los conocedores catan para detectar defectos y para encontrar los atributos básicos positivos de un aceite de oliva extra virgen, de aromas y sabores de aceitunas frescas recién cortadas. El color es un indicativo importante de calidad para los expertos: verde profundo o jade, amarillo transparente, amarillo dorado, dorado verdoso. El sabor amargo, dulce, picante, salado, frutado; delicado o pronunciado en la boca, manzana, almendra, hierbas y citrus, todos los elementos que nos permiten en una cata valorizar el producto.
Gusto, memoria, intuición y subjetividad son las armas para elegirlos y distinguirlos, de eso se trata el programa el gran conocedor que se ofrece en Bodega Garzón. El visitante llega a la Planta boutique, donde es recibido por un guía idóneo que será quien lo acompañe en toda la experiencia.
La bienvenida oficial es en la sala de micro cine, con una capacidad para 40 personas, donde se proyecta una película sobre el origen del aceite de oliva y su trayectoria hasta nuestros días. Luego se visita el interior de la Planta, mientras se aprende sobre el proceso de elaboración de aceite de oliva acompañada esta explicación con audiovisuales, ya que la época de cosecha coincide con el otoño.
Luego se dirige el grupo a la sala de catas profesional. Se ubica a cada participante en uno de los cubículos y se preparan para la degustación profesional. A través de una ventanilla reciben muestras de diferentes aceites de oliva, sin ningún tipo de etiquetado para que realicen la cata de manera objetiva. El otro secreto es rodear con la mano la pequeña copa donde está la muestra a degustar, así el aceite alcanza una temperatura mayor, donde aparecerán todas sus virtudes.
En general se espera que aparezca el frutado característico de la manzana verde, algo herbáceo más algo picante. Notas a almendra fresca, algo cítrico, y en general todo muy suave y agradable.
Una vez realizada la cata de entre tres y cuatro muestras en solitario, el grupo se reúne para la puesta en común de la experiencia y las notas que cada uno reunió.
La dinámica se acompaña por una sugerencia de maridaje para hacer más completa la actividad. En la misma se ofrece un servicio de tres vinos de nuestra bodega y la posterior degustación de panes caseros, almendras, aceitunas elaborados en nuestra finca y una suculenta tabla de quesos para armonizar con los vinos servidos.