El placer de armar una colección de etiquetas de vino nos invita a pensar en un rincón especial para disfrutar de nuestro hobby. Aquí, algunas sugerencias prácticas para lograrlo.
Durante el invierno, las bodegas comienzan a liberar los primeros lotes que fueron añejados en sus cavas, a la espera del momento apto para su comercialización. Es tiempo, entonces, para adquirir esas botellas que queremos que sean parte de nuestra cava privada.
Antiguamente, en las viviendas, el sótano era el sitio donde quedaban depositados los vinos para preservarlos del calor y la luz. Era un espacio oscuro, con poca gracia y quedaba escondido para las visitas. Hoy el enófilo, lo asigna a la cava, un lugar destacado, visible en los hogares como un espacio de arte y disfrute.
Si usted se ha convertido en un amateur o un verdadero coleccionista de vinos, entonces es imprescindible que adquiera una cava climatizada, un mueble especial para guardar vinos o que acondicione correctamente el espacio que ha asignado para tal propósito. Reunimos aquí algunos consejos para responder a la duda de ¿cómo conservar los vinos?
El espacio: lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de decidir donde instalaremos nuestra cava privada es las necesidades que tiene el vino para su guarda. El lugar elegido debe ser fresco, ventilado y sin vibraciones. Debemos proyectar la cantidad de botellas que vamos a querer conservar, para evitar enmiendas que puedan dañar nuestra colección. Las botellas deben estar en posición horizontal, de esta forma el corcho siempre estará en contacto con el líquido, garantizando la humedad necesaria para conservar su elasticidad.
La luz: basta con comprender que no es aleatorio el color de las botellas y que la luz directa sobre las mismas puede echar a perder hasta el mejor vino. Pensemos en aquel rincón donde la variación de la luminosidad sea nula.
La temperatura: es fundamental cuidar a los vinos de los cambios de temperatura. Así que olvídese de armar la cava en la cocina de su hogar. Esta suele ser el ambiente que sufre mayor variación de temperatura a lo largo del día. También el humo y los olores terminarán contaminando el vino. El espacio debe tener una temperatura constante entre los 12 y 16 grados. De esta forma, el vino evolucionará en forma armónica. Si la temperatura es mayor al rango recomendado, ya no se podrán conservar vinos por años, sino estibarlos por algunos meses, ya que el vino sufrirá alteraciones que acortarán su vida.
La humedad: Si el ambiente es muy seco o presenta exceso de humedad, el corcho se puede deteriorar. La marcación del higrómetro debe estar alrededor del 65% – 80%. Junto con la ventilación, la humedad relativa juega un rol importantísimo en la conservación de la elasticidad de los corchos.
Nunca guarde los vinos en sus cajas contenedoras en cuartos o altillos en desuso. Esto, sumado a los factores que se generan en este tipo de ambiente, echará a perder rápidamente sus vinos. Si no tienen un ambiente que pueda dedicar exclusivamente para armar su cava –como la mayoría de nosotros-, le sugerimos buscar algún lugar donde pueda hacer cumplir la mayoría de estas característica y acondicionarlo para tal fin. O bien, adquirir una cava climatizada para armar vuestra colección de vinos de guarda.
Comprenderá, tras leer estas recomendaciones, que el vino es un producto perecedero y como tal, tiene un periodo de vida que puede ser mayor o menor en función de sus cuidados. ¡Elija sus nuevas etiquetas, valdrá la pena conservarlas!