Voy a comenzar este post preguntando sobre la percepción del aceite de oliva en el mundo: ¿sabes con qué lo asocian los consumidores a nivel mundial? Con el mar Mediterráneo, Italia, Grecia, con la rama de olivo, la paloma de la paz, etcétera … El dato llamativo es que en el orden de ocurrencias el primer país que aparece es Italia, que con sus 37 Denominaciones de Origen Protegidas, sumadas al “Made in Italy” evidentemente ha logrado posicionar de manera irrevocable entre los aceites del mundo: el aceite de oliva italiano.
El cultivo del olivo en la península itálica ocupa la segunda posición en el mundo luego de España, con una superficie plantada que supera el millón de hectáreas. Las plantaciones se ubican principalmente en las regiones del sur y en las islas, donde la producción alcanza el 80% del total país en el siguiente orden: Puglia (con una cifra que se aproxima a 60 millones de olivos), Calabria, Sicilia. Les siguen en menor producción: Campania, Lazio, Abruzzo, Toscana y Cerdeña.
En la región de Puglia, hoy prevalecen las siguientes tres especies: La Ogliarola barese, como su nombre indica, está muy extendida, especialmente en la provincia de Bari. El aceite que produce es de color amarillo y posee un aroma afrutado de sabor dulce con un toque de almendras y un retrogusto picante tenue. La Coratina, presente en la provincia de Bari así como en la provincia de Foggia, cuenta con un aroma frutado y sabor picante, ligeramente amargo. La Cellina de Nardo se cultiva en Lecce, Taranto y Brindisi, y cuenta con un perfume intensamente frutado y sabor a almendra, tomate y hierbas, y un retrogusto agradablemente amargo.
De Calabria describiremos tres variedades a continuación. La Bruzio posee aroma ligeramente frutado con notas de manzana, hierbas frescas y frutos secos, sabor a hierbas aromáticas y toques de almendra dulce en el final y un retrogusto amargo y picante en equilibrio. La Alto Cartonese, es de aroma frutado, con toques vegetales elegantes de hoja de olivo, hierbas frescas y toques de frutos secos en el cierre. Su sabor es afrutado, con tonos de verduras y cierre de almendras dulces. Su retrogusto es amargo y picante, suave y elegante. Y la Lametia, que es de aroma frutado, caracterizado por toques vegetales de hierbas frescas y notas frutales de tomate maduro. Su sabor es afrutado, con notas armoniosas de tomate verde y tonos ricos de hierbas frescas del campo. Su retrogusto es amargo y picante determinado, bien distribuido.
En Sicilia nos encontramos con la Biancolilla, con aroma frutado, caracterizado por tonos de vegetales y tomate, y sabor frutado, con notas de alcachofa, almendra y hierba fresca. Su retrogusto es amargo y picante suave. Y la Nocellara del Belìce, de gran cuerpo, se caracteriza por aroma y sabor particularmente interesantes, afrutados con notas de tomate.
Por otra parte no podemos dejar de mencionar una de las especies más reconocidas de la península itálica en el nuevo mundo como, Leccino, que se caracteriza por un nivel medio de frutal, un medio-ligero amargo y picante, y notas de almendra fresca, hierba y alcachofa.
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