Elegir un vino para regalar puede ser una tarea compleja, porque el agasajado habrá recibido muchos a lo largo de su vida y, sin dudas, siempre creemos que merece más. Sorprender no es sencillo, por tal motivo, compartimos las claves para elegir los mejores vinos para obsequiar.
La inminencia de la llegada de fin de año hace que las vidrieras de las vinotecas y las góndolas de los supermercados destaquen sus mejores exponentes. Hay etiquetas para todos los gustos y presupuestos: cepas clásicas, partidas exclusivas, así como también espumantes y algunas novedades de la añada vigente.
La elección de un vino para regalar tiene sus puntos negativos, al igual que toda ocasión en la que nos sentimos obligados a quedar bien con alguien. Una proposición sencilla seria buscar un artículo ostentoso, o al menos aquel precio más elevado de acuerdo con el presupuesto disponible. Pero ocurre que en el mundo de los vinos las posibilidades son demasiadas. Como para complicar la resolución del tema, si el destinatario del obsequio es alguien con cierto conocimiento vínico, tal vez lo mejor no sea tratar de impresionarlo con el precio, sino buscar alguna partida única, una añada de las que queden pocas etiquetas a la venta.
Si en principio tenemos alguna idea anticipada de los gustos del destinatario de nuestro regalo, podemos embarcarnos en la tarea de elegir entre las opciones disponibles. Caso contrario el primer concepto que hay que tener claro, es si la busqueda se orienta por el lado de la cantidad, la calidad o la exclusividad.
Si la prioridad es la cortesía, solo hay que asegurarse que la calidad acompañe, algo que está asegurado con vinos de bodegas consagradas como Bodega Garzón. Garzón Reserva Tannat es un referente a nivel mundial de nuestra cepa emblemática, convirtiéndose en un obsequio que no defraudará jamás.
Una botella única exige una presentación más ostentosa, algunas vinotecas ofrecen estuches asequibles con copas o termómetros para vinos, para compensar su carácter solitario. Mientras que la caja de varias unidades no necesita demasiado embalaje y admite vinos de estilos más jóvenes. Aquí nuestra sugerencia se inclina por ejemplo, por una caja de Garzón Pinot Noir Rose, ideal para los atardeceres de verano.
Un camino inteligente es adquirir cajas o estuches combinados con distintos varietales, Albariño, Pinot Grigio, Tannat, Pinot Noir, Sauvignon Blanc, Viognier o la cepa que más le agrade. Tal vez no todas las botellas sean del agrado del obsequiado, pero esa modesta variedad puede ser siempre bienvenida.
Por eso la clave estará en juntar información primero, y luego ir en la búsqueda del vino que nos permita que el obsequio sea recordado eternamente. Determinar el lugar donde comprarlo es fundamental para garantizarnos que el producto fue tratado en las condiciones óptimas de conservación y guarda.
Dice el refrán y en el caso del vino bien vale aquello de “lo importante está dentro y no fuera”. De todos modos, el efecto que produce recibir una presentación agradable y con el aval de garantía de una marca de confianza, siempre es demoledor. Teniendo en cuenta los consejos de más arriba, solo resta encontrar el tiempo para ir en búsqueda de nuestro obsequio.
